domingo, 21 de octubre de 2012

Votar no es suficiente


Aunque la oposición venezolana y la opinión pública democrática han estado en negación desde el referéndum revocatorio, cuando algunos como Tulio Álvarez denunciaron el “Fraude Continuado”, en estas últimas elecciones ha quedado claro que para todo el mundo, que el chavismo no juega limpio, y que su prioridad mayor es la de perpetuarse en el poder, y no la de mejorar el nivel de vida de los venezolanos. Para Diego Arria, no hay la menor duda de que hay un Fraude en cámara lenta.

Si el chavismo supiera como llevar a Venezuela al progreso y hacerlo de manera eficiente, lo haría muy bien, si lo hiciera con el ahínco, determinación y eficiencia con que roban elecciones. Nos llevan de elección en elección para mantenernos callados, y esperanzados de que en la próxima elección todo cambiará. En este “cuento del gallo pelón” tienen a Venezuela en la dirección del Castro-comunismo por 14 años. Lo único que los ha detenido en su esfuerzo es el talante democrático de los venezolanos.

Las evidencias son más que claras. Smartmatic se ha aprovechado de gobiernos totalitarios tercermundistas para obtener más de $300 millones en contratos en elecciones donde la transparencia y la balanza de poderes son descartados. La Fuerza Armada Bolivariana tiene un manual secreto para controlar el desenvolvimiento de las elecciones y seguir a los dirigentes opositores y neutralizar “acciones contrarrevolucionarias” entre otras, todas acciones muy al estilo fascista. Durante la campaña gloriosa de Capriles hemos visto como las encuestas estaban totalmente desconectadas con la realidad que ha diario veíamos: marchas multitudinarias en apoyo a Capriles por todo el país, y minúsculas, patéticas marchas de Chávez, que por demás fueron muy pocas. Encuestadoras como Datanalysis e Hinterlaces entre otras, causaban risa, pero claramente eran parte del juego destinado a dar la impresión de que Chávez podía ganar holgadamente. Las demostraciones antichavistas de calle han sido múltiples y muy multitudinarias, pero no parece convencernos de que el chavismo es una minoría pírrica, particularmente después de las elecciones del 2006, desde cuando Chávez se ha develado claramente como Castrocomunista. Castro, nunca ha tenido un nivel de aprobación mayor del 10% en Venezuela, ¿Cómo vamos a creer que Chávez va a llegar al 30%?

Si se analizan cuidadosamente los resultados de todas las elecciones desde que Chávez llegó al poder veremos que el uso del poder, desde controlar al CNE, máquinas electorales, el REP y el sistema de cedulación, son todos mecanismos para lograr el objetivo de perpetuar a Chávez en el poder, a pesar del descontento generalizado del Pueblo venezolano. No lo digo yo, lo dicen personas con conocimiento en la materia como Guillermo Salas y Eric Ekvall. En Venezuela habían poco menos de 6 millones de votantes en las últimas elecciones limpias. Hoy hay más de 17 millones de votantes (un crecimiento de casi 200%, claramente el REP y el sistema de cedulación deben ser revisados. Se que esto resulta doloroso de reconocer y mucho más de aceptar pero solo reconocer esa verdad y comunicar nuestro sentimiento de frustración, rabia y hasta impotencia. El espíritu democrático de los venezolanos está bajo prueba, e ir a votar simplemente no es suficiente. ¿Qué hacer entonces?

1.     Crear una conciencia ciudadana, democrática y masiva de lo que queremos. Es decir, imaginarnos el país democrático que nos han quitado para sustituirlo por una nueva realidad comunista. Para ello es esencial que comuniquemos nuestro descontento con los resultados de las elecciones con familia y amigos, y reconozcamos la verdad: que las elecciones no son ni limpias no justas.
2.     Prepararnos para defender la democracia y nuestros valores. Para ello debemos ir a votar, defender el voto, pero más que todo, exigir de nuestros líderes que hagan lo correcto y cuestionen y revisen el REP y el sistema de cedulación, con la mayor pulcritud y transparencia posible, y exponer todas las irregularidades, de manera que todos podamos aceptarlos una vez corregidos. Si el gobierno se opone, hay que denunciarlos diariamente. Esto es más importante que asistir a otra elección que de antemano sabemos perdida.
3.     Escoger líderes dispuestos a esa lucha de resistencia democrática, y no a aquellos que simplemente quieren adaptarse a la nueva realidad impuesta desde Miraflores.

Estas son tan solo mis ideas, pero por supuesto que estamos aquí para crear opinión, discutir y confrontar la realidad con claridad y determinación. Henry Ford solía decir que “si crees que puedes, o si crees que no puedes, en ambos casos, tienes razón”. Es hora de retomar las riendas de nuestro propio futuro. Votar no es suficiente.

lunes, 20 de agosto de 2012

No Somos Suizos Aquí


Suiza es uno de los países más conservadores del mundo. Su gente son extremadamente meticulosa y cuidadosa de mantener una vida regimentada, como muy pocos pueblos en el mundo. Tal vez por esto cuando alguien ofrece una buena idea que depende de un buen sentido de organización y responsabilidad por parte de los venezolanos, inmediatamente alguien la rechaza con la repugnante frase “no somos suizos aquí”. Es decir, el venezolano no puede llevar a cabo una buena idea porque requeriría algo que no poseemos, pero que los suizos sí. El nihilista no tiene que dar explicaciones o evidencia de que la idea no puede ser aplicada. Basta con crear un sentimiento de duda o por lo menos de dificultad en llevar a cabo el plan, que el que más y el que menos, rápidamente abandona la idea como inejecutable. No valdría más la pena preguntar al nihilista ¿en qué basa su estúpido refrán: “no somos suizos aquí”? Es más, yo le preguntaría al tal individuo: ¿Qué evidencia tiene él de que tal plan no resultaría?  Estoy seguro que la evidencia sería nebulosa, si es que acaso existiera. La motivación del nihilista no es tratar de crear un mundo mejor, sino mas bien limitarnos. Son aquellos individuos que son lo suficientemente “locos” (en los ojos de los pasivos), como para creer que pueden cambiar el mundo, los que logran tal hazaña.

¿Se imaginan Uds. si Simón Bolívar no se hubiera dado el derecho de soñar con una Venezuela independiente? ¿Seríamos aún una colonia española?. Se imaginan Uds. Si Rómulo Betancourt no se hubiera dado el lujo de soñar que Venezuela podía ser un país democrático? Me imagino que los mismos personajes nos hubieran ya tratado de convencer de que la democracia es para los suizos pero no para los venezolanos. Hoy luchamos todos para restablecer la democracia en el país, y el chavismo desaparecerá en el olvido por tratar de quitarnos el derecho de tener una democracia real y funcional. ¿Se imaginan Uds. si Luis Aparicio y David Concepción, se hubieran dejado convencer de que sus sueños de grandeza no eran realistas? ¿Cuántos venezolanos los han seguido a las Grandes Ligas porque ellos abrieron el camino? Hay incontables ejemplos hoy de venezolanos que salieron de esa prisión absurda en que nos encontramos porque somos incapaces de creer en nuestras propias capacidades. El mismo Chávez debe ser un ejemplo de tal virtud, porque creyó en un absurdo sueño de querer llevar a Venezuela al comunismo, y con ella a gran parte de Latinoamérica. Desafortunadamente para él (y el resto de nosotros), creyó que su sueño se podría lograr a través de la mentira y la imposición, de un sistema demostradamente obsoleto y fracasado en el mundo entero. Pero en gran parte logró su objetivo.

Nuestra labor debe ser exactamente lo contrario. Debe ser basada no en la mentira sino en la persuasión, no por la imposición, sino democráticamente. El secreto está en la demostración de las bondades de lo que proponemos, y de los efectos positivos que tendrá en el crecimiento económico a corto plazo, y el desarrollo a largo plazo. No, no somos suizos y dudo mucho que en Suiza lleven acabo un plan tan ambicioso como hacer de la industria del Petróleo, verdaderamente de cada ciudadano por igual. Por lo que sé de los suizos, son gente muy individualista y no creerían nunca en la posibilidad de implementar una propuesta como la de “PDVSA para Todos”. Este plan no es ni socialismo ni capitalismo suizo, es algo muy particular y posible de implementar en Venezuela porque todos creemos bien en el principio que la riqueza del subsuelo nos pertenece a todos por igual.

A medida que logremos nuestros objetivos, verán a los chavistas, y a los social demócratas que nos quieren hacer dependientes de un sistema que solo a ellos favorece, elevarán sus críticas absurdas, atacarán al mensajero, y desacreditarán a todos aquellos que trate de diseminar la idea. Piensen bien y respondan esta pregunta: Si la clase política socialista quisiera de verdad ayudar a los pobres,  ¿Porqué no han implementado esta idea antes? — Sencillamente porque les resta poder. Al final de cuentas, esto es lo que los motiva, el poder, y el dinero que viene de la corrupción. La retórica, el tráfico de esperanzas, no son más que los instrumentos de su verdadera motivación: la codicia de poder. Es por esto que debemos ignorar a los nihilistas y enfocarnos en la diseminación de nuestro plan, porque en ello está la promesa de un futuro mejor para nuestros hijos, aunque no sean suizos.

martes, 7 de agosto de 2012

La Responsabilidad de la Clase Media


Supongamos que naciste en una familia trabajadora. Tu papá se levantaba temprano y volvía tarde, tu mamá se encargaba de que la casa funcionara adecuadamente y que siempre llegaras a tiempo a tu colegio o liceo. Al llegar a los 18 años, decidiste seguir una carrera para no tener que trabajar tan duro como tu papá, pero por lo menos mantener el mismo nivel de vida: tres comidas diarias, un vehículo para ir a tiempo al trabajo, y poder ir a la playa uno que otro fin de semana. Esta es la aspiración de la clase media. Entonces ¿Qué fue lo que hiciste mal?

Siempre votaste como buen ciudadano, por el partido que prometía resolver el problema de la pobreza y así llevar a Venezuela al progreso. En los años 70, se nacionalizó la industria petrolera, es decir, ahora el gobierno sí iba a tener los recursos para acabar con la pobreza. Te sentiste libre de conciencia por la impotencia de ver tanta pobreza en el país, y no poder hacer mucho al respecto. No habrán más niños en la calle gritándote: “señor, se lo cuido?”. Finalmente te podrás dedicar a obtener tu deseado nivel de vida, sin tener que pensar mucho en lo evidente: el cinturón de ranchos en los cerros de Caracas. Gracias a Dios, en Venezuela hay conciencia social, y el gobierno se encargará de que todos vivamos por igual.

Tan solo años después de la nacionalización, empezamos a hablar de dos cánceres que contaminan nuestra visión idílica de lo que el gobierno socialista se supone de iba a hacer para aliviar tu conciencia: Corrupción e Inflación. La gente que elegiste, aún contra tu noción de lo que debe ser buen administrador, y/o a pesar de tu antipatía por el marxismo, se dedican a estafarnos a todos para tener un nivel de vida que tu nunca podrás obtener con el trabajo duro, como el de tu viejo en aquellos años. ¿Cómo es posible? La clase media abandonó el roll que estaba llamado a tomar en la nueva sociedad, y se la entregó a los políticos, traficantes de promesas, seductores de esperanzas. Te creíste que la política y la carrera militar no eran para la clase media, que para ti lo importante es tu profesión, tu estilo de vida, nunca tu Patria, nunca el progreso, nunca el bien común. Por otro lado, los más humildes van de mal en peor, la inflación les afecta más a ellos que a ti, aunque ves que el nivel de vida que tenía tu papá se te va ya del alcance de tus manos. Tal vez trabajas hoy más duro que nunca, o peor aún, perdiste tu trabajo, estás desempleado, y no hay donde encontrar trabajo. ¿Cómo es posible? Los humildes te acusan de “sifrino” y “burgués”, que lo único que te interesa es el dinero y tu nivel de vida. De repente tienes un gobierno que te acusa de ser el problema, mientras que el liderazgo oficialista se enriquece y disfruta de privilegios que nunca soñabas ni pretendías alcanzar. De repente eres acusado por los problemas de una sociedad que ayudaste a formar, dándole todo el poder que viene con la riqueza del petróleo a una banda de aprovechadores que hoy te culpan a ti por los problemas de la sociedad.

La verdad es que te olvidaste de tu responsabilidad como ciudadano de vigilar al gobierno, porque el Estado es de todos, y el gobierno es un grupo de individuos que te deben representar y no “gobernarte”. Su roll es defender las leyes y las reglas del juego con la que tú estés de acuerdo, y no imponerte una serie de leyes que te parecen antipáticas y que simplemente te llevan al socialismo totalitario Stalisnista y Maoista. Todo esto con el dinero que te corresponde a ti, y a todo ciudadano sin distingo de clase social.

¿No te parece que ya es hora de que tomemos el control de nuestro país de las garras de la clase política socialista e impongamos nuestra voluntad y no la de ellos? Es hora de implementar el Plan PDVSA para todos, y sacar al gobierno de la ecuación. Nos corresponde a cada individuo, responsablemente, usar el dinero que nos corresponde como accionistas de PDVSA, para incrementar la actividad económica de nuestro país, en lugar de que la clase política socialista lo usen para empeñar la producción petrolera a futuro y dejarnos con la cuenta a ser pagada con inflación. En lugar de dejar que los corruptos saquen el dinero del país y que nunca se transforme en actividad económica donde nos beneficiemos todos.

Esta debe ser la responsabilidad de todo individuo, sea de clase media o humilde. Porque todos navegamos en el mismo barco que hoy está a la deriva. Es necesario que ganemos el control del timón, y hagamos las cosas como deben ser. Debemos imponer al gobierno las pautas de una buena administración, y no dejar que el gobierno nos haga responsable de sus errores, al imponernos leyes en la que no estamos de acuerdo.


lunes, 6 de agosto de 2012

La Trampa Socialista



El Plan PDVSA es de todos.

PDVSA jamás ha sido menos de los venezolanos que en este período de Castro-comunismo. Se ha utilizado para financiar campañas en Perú y Argentina, hospitales en Nicaragua y Bolivia, forrar los bolsillos de los Castro en Cuba, y abultar las cuentas de José Vicente Rangel y Nicolás Maduro en el exterior, entre muchas otras malandradas, en detrimento del futuro de los venezolanos. Es de esperarse que con el regreso a la continuidad democrática y la libertad de expresión, el gobierno de turno estará bajo el ojo observador de la prensa libre, pero a menos que algunos conceptos básicos cambien, el peligro de corrupción, mala administración, y exceso de gasto que ya existía en tiempos de AD y Copei, persistirán, si bien con sutilidad.

He aquí un concepto muy elemental: La riqueza del petróleo, desde la nacionalización de la industria, le pertenece a todos los venezolanos por igual, y no a una camarilla de privilegiados en el poder, que la administran a su parecer, sin el consentimiento de los dueños. Recientemente alguien me hizo notar que Pérez Jiménez creó la infraestructura de la moderna Venezuela con el dinero público, y es de esperarse que un gobierno de Capriles restablezca la apropiada utilización del gasto público tal efecto, y que por ello necesita los dividendos de PDVSA. Pero Pérez Jiménez no conoció tales recursos. Es decir lo que logró lo hizo con los recaudos de impuesto de una economía en franco crecimiento, gracias a las transnacionales, mayores inversionistas en Venezuela. No sugiero que vendamos PDVSA al mejor postor. Soy tan nacionalista como cualquier venezolano y por eso mi sugerencia es que PDVSA se maneje como una empresa autónoma, y que no se le permita a dictador o político alguno, echar mano de lo que le pertenece a todos los ciudadanos.

Anteriormente he escrito sobre la necesidad de pasar de hecho, la propiedad de PDVSA a cada venezolano por nacimiento al llegar a la mayoría de edad. Cada venezolano por igual debe recibir una acción de PDVSA y recibir los dividendos que corresponden trimestralmente, como si fuera una empresa privada. El gobierno no podría ni debería tocar esos dividendos porque su utilización siempre ha resultado en una inflación regresiva sin verdadero crecimiento económico, resultado de la deuda en que nos han metido los gobiernos socialistas desde hace ya décadas. Por supuesto que no vamos a dejar que ningún interés externo venga a comprar las acciones de cada venezolano, así pues tales acciones deben ser intransferibles, es decir, cada ciudadano puede gozar del usufructo de sus acciones hasta el día de su muerte.

Pero ¿de dónde va a sacar el gobierno dinero para educación, infraestructura, defensa, salud, seguridad y justicia, etc.? Pues de los impuestos. Esto es muy importante porque cada bolívar que el gobierno cobraría en impuestos estarían bien claros y a la vista de quienes los pagan, y así tendrían que explicar los beneficios de los gastos públicos, y no gastar a manos llenas sin dar explicaciones o buscar el consentimiento de los ciudadanos o la opinión pública. El gasto del gobierno, incluyendo el gasto en Cuba, Argentina y Nicaragua, se transforma en deuda, sin el pleno conocimiento de los ciudadanos, y esta deuda se convierte en inflación, porque el gobierno devalúa el bolívar para pagar su deuda a menores costos. Lo que hacen es pasar la cuenta a los venezolanos que la pagan en la forma de inflación. Lo más aberrante de lo que se podría llamar el impuesto inflacionario, es que afecta a todos cuando compramos alimentos, otras necesidades y servicios básicos. Por lo tanto, esto afecta más a los pobres, a medida que la canasta básica aumenta de precio.

Pero la idea de transferir las acciones de PDVSA a todo ciudadano por nacimiento y mayor de 21 años, tiene muchas otras bondades, desde el punto de vista macroeconómico. Cada ciudadano va a utilizar esos dividendos de una forma u otra de manera que vayan a generar actividad económica, o ahorro, en lugar de desaparecer en forma de dólares en bancos internacionales en cuentas de funcionarios corruptos. Habrá quienes los gasten irresponsablemente en alcohol o festejos, esto sería inevitable, pero aún esto va a aumentar la actividad económica y crear empleo en tales industrias. Yo considero que es más probable que cada individuo, velará por su interés personal como es natural, y gastará ese dinero en formas que tiendan a aumentar su bienestar a futuro. Es decir, cada venezolano aprenderá muy pronto a ahorrar, invertir, aplicar ese dinero para la compra de vivienda o costearse una educación, y aún crear un negocio que aumentará la productividad y el empleo a futuro.

Pero ojo, la clase política socialista NO quiere que tú sepas el gran secreto: ellos quieren el control de ese dinero por razones de poder o corrupción, o ambos. Por supuesto que la clase política socialista quiere que tú pienses que le debes mucho y que por tanto los reelegirás a perpetuidad. Además, no querrán que tu sepas cuanto dinero viene de PDVSA y qué hacen con él. Así pues, tratarán de convencerte de que esta propuesta es una mala idea. ¿Pero es que hemos alguna vez visto resultado positivo alguno de la nacionalización del petróleo? Por supuesto que no. La actividad económica generada por la clase política socialista es una vergüenza, y los resultados de la mala administración y la corrupción hablan por sí mismos.

Generación de empleo para todos debe ser la primera motivación del gobierno, pero no lo es. Cuando hay desempleo, crean un nuevo ministerio con toda la parafernalia burocrática de empleos improductivos que cuestan dinero pero no estimulan crecimiento económico. Dirán que tu y yo o que “el venezolano” es ignorante e irresponsable ¿Cómo le vanos a dar tanto dinero para que lo malgasten? Pero no te dicen que los ignorante e irresponsables están en el gobierno, llenándose los bolsillos con nuestro dinero sin generar empleo o actividad económica, y con frecuencia exportando nuestro dinero a cuestas secretas en el exterior, donde no cumplen función alguna para el país.

Es simplemente nuestro derecho. Cuando CAP I nacionalizó la industria petrolera, muchos vaticinaban que un día vendría un dictador que utilizaría los fondos de PDVSA para reprimir a los venezolanos, crear un Estado totalitario y al final de cuenta esclavizarnos, algunos pensaban que sería un dictador como Castro, nunca pensamos que sería el mismísimo Castro, a través de su monigote Chávez el que nos echaría la vaina. Venezuela está siendo utilizada por los comunistas del Foro de São Paulo para eternizarse en el poder en todos los países de Latinoamérica… Con el petróleo de Venezuela. ¿No es hora ya de que nuestro país y sus habitantes sean los que disfruten del usufructo de la riqueza de NUESTRO subsuelo?



domingo, 5 de agosto de 2012

He aquí el PLAN!!!


Los partidos políticos solo hacen lo que ellos creen que la gente quiere. Esto es ridículo, porque la gente no quiere algo original a menos que se le presente de manera coherente y lógica. 

Empecemos por este esqueleto de propuesta, a ver quien ofrece opiniones sobre qué añadir y substraer. 

Yo voto por esto, ¿alquien me sigue? 

PDVSA sería una especie de empresa semi privada en que sería autónoma con sus propios reglamentos. Se legislaría las premisas básicas: 

1. Todo ciudadano venezolano por nacimiento, residente en Venezuela recibiría una acción de PDVSA al cumplir la mayoría de edad. 
2. La acción sería instransferible, es decir, no puede ser heredada y caducaría al morir el ciudadano, y no podría ser vendida a ninguna otra empresa nacional o internacional. 
3. Como accionista, cada indivuduo podrá votar en las asambleas generales de la empresa, y estaría sujeto a los reglamentos de la empresa. Tendría el derecho a votar por la junta directiva de la empresa, que a su vez escoge al presidente ejecutivo de la empresa. 
4. Cada accionista tiene derecho a los dividendos que asigne la junta directiva por recomendación del presidente ejecutivo y su administración. 
5. El gobierno no es accionista, por lo tanto no participa de los dividendos, pero puede cobrar impuestos sobre los dividendos como ingresos normales de cada individuo. 

El objetivo es liberar los dividendos de PDVSA de cualquier interés o influencia política. En su lugar, este proceso puede estimular el crecimiento económico y la actividad económica interna de Venezuela.

Gracias...

Juan I. Sarmiento M. DVM. MSc. PhD.