lunes, 6 de agosto de 2012

La Trampa Socialista



El Plan PDVSA es de todos.

PDVSA jamás ha sido menos de los venezolanos que en este período de Castro-comunismo. Se ha utilizado para financiar campañas en Perú y Argentina, hospitales en Nicaragua y Bolivia, forrar los bolsillos de los Castro en Cuba, y abultar las cuentas de José Vicente Rangel y Nicolás Maduro en el exterior, entre muchas otras malandradas, en detrimento del futuro de los venezolanos. Es de esperarse que con el regreso a la continuidad democrática y la libertad de expresión, el gobierno de turno estará bajo el ojo observador de la prensa libre, pero a menos que algunos conceptos básicos cambien, el peligro de corrupción, mala administración, y exceso de gasto que ya existía en tiempos de AD y Copei, persistirán, si bien con sutilidad.

He aquí un concepto muy elemental: La riqueza del petróleo, desde la nacionalización de la industria, le pertenece a todos los venezolanos por igual, y no a una camarilla de privilegiados en el poder, que la administran a su parecer, sin el consentimiento de los dueños. Recientemente alguien me hizo notar que Pérez Jiménez creó la infraestructura de la moderna Venezuela con el dinero público, y es de esperarse que un gobierno de Capriles restablezca la apropiada utilización del gasto público tal efecto, y que por ello necesita los dividendos de PDVSA. Pero Pérez Jiménez no conoció tales recursos. Es decir lo que logró lo hizo con los recaudos de impuesto de una economía en franco crecimiento, gracias a las transnacionales, mayores inversionistas en Venezuela. No sugiero que vendamos PDVSA al mejor postor. Soy tan nacionalista como cualquier venezolano y por eso mi sugerencia es que PDVSA se maneje como una empresa autónoma, y que no se le permita a dictador o político alguno, echar mano de lo que le pertenece a todos los ciudadanos.

Anteriormente he escrito sobre la necesidad de pasar de hecho, la propiedad de PDVSA a cada venezolano por nacimiento al llegar a la mayoría de edad. Cada venezolano por igual debe recibir una acción de PDVSA y recibir los dividendos que corresponden trimestralmente, como si fuera una empresa privada. El gobierno no podría ni debería tocar esos dividendos porque su utilización siempre ha resultado en una inflación regresiva sin verdadero crecimiento económico, resultado de la deuda en que nos han metido los gobiernos socialistas desde hace ya décadas. Por supuesto que no vamos a dejar que ningún interés externo venga a comprar las acciones de cada venezolano, así pues tales acciones deben ser intransferibles, es decir, cada ciudadano puede gozar del usufructo de sus acciones hasta el día de su muerte.

Pero ¿de dónde va a sacar el gobierno dinero para educación, infraestructura, defensa, salud, seguridad y justicia, etc.? Pues de los impuestos. Esto es muy importante porque cada bolívar que el gobierno cobraría en impuestos estarían bien claros y a la vista de quienes los pagan, y así tendrían que explicar los beneficios de los gastos públicos, y no gastar a manos llenas sin dar explicaciones o buscar el consentimiento de los ciudadanos o la opinión pública. El gasto del gobierno, incluyendo el gasto en Cuba, Argentina y Nicaragua, se transforma en deuda, sin el pleno conocimiento de los ciudadanos, y esta deuda se convierte en inflación, porque el gobierno devalúa el bolívar para pagar su deuda a menores costos. Lo que hacen es pasar la cuenta a los venezolanos que la pagan en la forma de inflación. Lo más aberrante de lo que se podría llamar el impuesto inflacionario, es que afecta a todos cuando compramos alimentos, otras necesidades y servicios básicos. Por lo tanto, esto afecta más a los pobres, a medida que la canasta básica aumenta de precio.

Pero la idea de transferir las acciones de PDVSA a todo ciudadano por nacimiento y mayor de 21 años, tiene muchas otras bondades, desde el punto de vista macroeconómico. Cada ciudadano va a utilizar esos dividendos de una forma u otra de manera que vayan a generar actividad económica, o ahorro, en lugar de desaparecer en forma de dólares en bancos internacionales en cuentas de funcionarios corruptos. Habrá quienes los gasten irresponsablemente en alcohol o festejos, esto sería inevitable, pero aún esto va a aumentar la actividad económica y crear empleo en tales industrias. Yo considero que es más probable que cada individuo, velará por su interés personal como es natural, y gastará ese dinero en formas que tiendan a aumentar su bienestar a futuro. Es decir, cada venezolano aprenderá muy pronto a ahorrar, invertir, aplicar ese dinero para la compra de vivienda o costearse una educación, y aún crear un negocio que aumentará la productividad y el empleo a futuro.

Pero ojo, la clase política socialista NO quiere que tú sepas el gran secreto: ellos quieren el control de ese dinero por razones de poder o corrupción, o ambos. Por supuesto que la clase política socialista quiere que tú pienses que le debes mucho y que por tanto los reelegirás a perpetuidad. Además, no querrán que tu sepas cuanto dinero viene de PDVSA y qué hacen con él. Así pues, tratarán de convencerte de que esta propuesta es una mala idea. ¿Pero es que hemos alguna vez visto resultado positivo alguno de la nacionalización del petróleo? Por supuesto que no. La actividad económica generada por la clase política socialista es una vergüenza, y los resultados de la mala administración y la corrupción hablan por sí mismos.

Generación de empleo para todos debe ser la primera motivación del gobierno, pero no lo es. Cuando hay desempleo, crean un nuevo ministerio con toda la parafernalia burocrática de empleos improductivos que cuestan dinero pero no estimulan crecimiento económico. Dirán que tu y yo o que “el venezolano” es ignorante e irresponsable ¿Cómo le vanos a dar tanto dinero para que lo malgasten? Pero no te dicen que los ignorante e irresponsables están en el gobierno, llenándose los bolsillos con nuestro dinero sin generar empleo o actividad económica, y con frecuencia exportando nuestro dinero a cuestas secretas en el exterior, donde no cumplen función alguna para el país.

Es simplemente nuestro derecho. Cuando CAP I nacionalizó la industria petrolera, muchos vaticinaban que un día vendría un dictador que utilizaría los fondos de PDVSA para reprimir a los venezolanos, crear un Estado totalitario y al final de cuenta esclavizarnos, algunos pensaban que sería un dictador como Castro, nunca pensamos que sería el mismísimo Castro, a través de su monigote Chávez el que nos echaría la vaina. Venezuela está siendo utilizada por los comunistas del Foro de São Paulo para eternizarse en el poder en todos los países de Latinoamérica… Con el petróleo de Venezuela. ¿No es hora ya de que nuestro país y sus habitantes sean los que disfruten del usufructo de la riqueza de NUESTRO subsuelo?



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